dilluns, 27 d’agost del 2012

Cecilia Giménez y el Ready Made



Cecilia Gimenez, una artista a pesar de ella misma.


Pedo Alberto Cruz de La Razón me anima a expresar mi idea sobre Cecilia Gimenez. una artista a pesar de ella misma. Y quizá porque por fin he leído una crítica artística y no una opinión como tantas otras.

Pedro Alberto se ha enfrentado al tema como un crítico de arte. Y lo ha enfocado desde un punto de vista profesional. Sin apriorismos, prejuicios, ni descalificaciones gratuitas. Y ello da a La Razón una categoría dentro de la historia del arte que no han sabido aprovechar otros medios.

El País, 25.08.2012, por medio de Vicente Verdú habla de

Ecce homo : el efecto birria.

Una anciana protagoniza el culebrón del verano con una obra de arte irrelevante. El caso representa la victoria de la banalidad en un mundo infantilizado y cínico.

“En el conspicuo circuito de la estética, lo feo muy feo llega a derivar en grotesco y lo grotesco se emparenta al final con lo risible. De modo que lo que fuera un malestar para el alma pasa a ofrecerle un bienestar y de provocar rechazo llega a suscitar simpatía. Ocurre lo mismo con lo solemne o tenido por excepcionalmemte sagrado. Su probable exageración lo aproxima a la grandilocuencia y lo que parecía muy lleno gira hacia lo vacuo.”

Lo que no ignora Vicente Verdú es que estos presupósitos no se aplican al arte contemporáneo. Vicente Verdú no desconoce que una de las obras maestras del arte contemporáneo y creación del pare del Ready Made Marcel Duchamp fue una obra que encontro su razón de ser en el accidente que sufrió durante un transporte y que quebró el cristal. En esta ocasión todavía fue más involuntaria si cabe la actuación artística ya que Duchamp no intervino en ella en absoluto.

En el caso de Cecilia Giménez ella fue la causa eficiente- ampliar las causas de Aristóteles - . El accidente. Pero el arista fue colectivo. Podemos decir que en el caso de Cecilia Gimenez el artista colectivo ha sido la red social en internet que ha aceptado y reconocido a obra. En este caso a sido un Duchampo colectivo – la red – el que ha dicho : aquí teneis un obra de arte, lo que fue esto antes ya no tiene ninguna importancia. Ecce opus artis.

Y si me lo permiten me gustaría enlazar este Ready Made con la afirmación de Zahara que dice en ABC VERANO, del mismo día 25-08-2012 :

“El error forma parte de mi forma de ser, soy antidiva”


¡Ánimo Cecilia! No te desanimes. En el mundo del arte lo que has hecho tú está a la orden del día. Si supieras los ríos de tinta que se han vertido en torno a las pinturas negras de Goya...Y seguramente esa pinturas no tienen nada que ver con las que pintó Goya, o con las que quiso pintar, pues las hay inacabadas.


Una restauración de lo más chapucera, hecha después de extraer las pinturas de las paredes donde se encontraban originalmente, las ha dejado totalmente desfiguradas. Otras parecen inacabadas. Goya a ninguna le puso título. Para que te hagas una idea en una de esas pinturas los críticos estan divididos entre los que ven a un hombre masturbándose y los que lo ven leyendo con un pequeño papel en la mano, que desapareció debajo de un manto en la resturación de Martínez Cubells.


No te desanimes. En Sagunto (València), gobernando Joan Lerma – actualmente Senador – se hizo el mayor destrozo que te puedas imaginar del antiguo anfiteatro romano para acondicionarlo como escenario de teatro actual. Y nadie dijo ni pío.


En tiempo de Carlos III estuvieron a punto de desaparecer un buen número de pinturas de los mejores pintores europeos a causa de su supuesta inmoralidad. Se salvaron, en parte gracias al mal recordado Godoy – gracias a él tenemos la Maja desnuda de Goya -.



No consientas que te apliquen a tí las normas que no se aplican los demás. Y que te acusen de algo que está a la orden del día y admitido por todos en el mundo del arte. (Ver mi artículo "Deconstructing Contemporary Art"



dilluns, 20 d’agost del 2012

Una tarde en el Thyssen o la visita obligada a Hopper

Y ya estamos con ese arte donde cabe todo y se junta todo. Escribía ayer en las salas del Thyssen que un estilo artístico es interesante en mayor o menor medida en función del desarrollo del artista que permite. Algo así como una religión. No me canso : "Todo arte es religión (Ernesto Cardenal). Fíjate bien, No hablo de obra sino de artista. Al mercado del arte le interesa también el artista pero como marca. A mí me interesa más el artista que la obra pero como creativo.
Entré en Hopper - ¡cómo no! - y salí tan pronto como pude. Escogí intencionadamente el domingo. El espectáculo para mí iba a ser la gente. Sin gente no habria entrado nunca a ver a Hopper. La sensación de vacuidad, de no-gente podría resultar asfixiante. Si eso puede ser una conquista artística Hopper lo consigue. La ciudad sin gente, vacía, anómica. El síndrome de una época. Creo que dos textos pueden ser interesantes para entender a Hopper y su historia : "Art and the crisis of mariage" de Vivien Green Frid